CAFEÍNA ESPIRITUAL
Recibido
"Aunque soy de familia noble y rica, mi alegría es ser sierva y esclava de Jesucristo""¡Jesucristo, Señor de todo! Tú ves mi corazón, conoces mis deseos. Posee todo lo que soy, solo Tú. Soy tu oveja; hazme digna de vencer al diablo""Si dices que eres libre y noble, ¿por qué vives y te vistes como una esclava?"SANTA ÁGUEDA
235 - 261
También conocida como Santa Águeda de Catania. Fue una joven Cristiana que vivió en el siglo III. Murió martirizada durante las persecuciones del emperador Decio. De familia noble y muy rica, dejó todo para seguir los caminos del Buen Dios.
Gómez Graterol
Cafecito Espiritual
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☕ CAFECITO ESPIRITUAL: "El camino que conduce a la paz es comunitario, pasa por el cuidado de las relaciones de justicia entre todos los seres vivos" (León XIV). Dios Trinidad: ayúdame a hacer mi parte. Santifícanos, especialmente a nuestras autoridades. Hazme un instrumento de tu Amor. DIOS TE BENDIGA, GRACIA Y PAZ🤴🏻☧🕊️ ☕
SEMILLA AGUSTINIANA
Recibido
Bienaventurados los que sufren persecución a causa de la justicia. Este añadido final ha distinguido al mártir del bandido. De hecho, también este sufre persecución, pero por sus malas acciones, y no busca la corona, sino que paga la pena debida. Al mártir no lo hace la pena, sino la causa. Elija primero la causa y sufra sin temor la pena. Cuando Cristo padeció, en un mismo lugar había tres cruces: él en el medio, y a un lado y a otro dos bandidos. Mira la pena: nada más semejante; sin embargo, solo uno de los bandidos encontró, estando en la cruz, el paraíso. Cristo, en medio como un juez, condena al orgulloso y viene en ayuda del humilde. Aquel madero fue el tribunal de Cristo ( Serm 53A,13).P. Juan A. Cardenas
PALABRAS DEL SANTO PAPA FRANCISCO (Mt 7,1-5)
Recibido
A menudo, como todos sabemos, es fácil o conveniente ver y condenar los defectos y pecados de los demás, sin ser capaces de ver los nuestros con tanta claridad. Siempre ocultamos nuestros defectos; incluso nos los ocultamos a nosotros mismos; mientras que es fácil ver los defectos de los demás. La tentación es ser indulgentes con nosotros mismos y severos con los demás. Siempre es útil ayudar al prójimo con consejos sabios, pero mientras observamos y corregimos los defectos del prójimo, debemos ser conscientes de que también nosotros tenemos defectos. Si creo no tener ninguno, no puedo condenar ni corregir a los demás. Todos tenemos defectos: todos. Debemos ser conscientes de ellos y, antes de condenar a los demás, debemos mirar dentro de nosotros mismos. Así podremos actuar con credibilidad, con humildad, dando testimonio de la caridad. (Papa Francisco, Ángelus, 3 de marzo de 2019)